¿Nunca han notado cuán fuerte es ese intercambio de miradas cuando hay atracción a primera vista? Podría jurar que con sólo responderle con los ojos todos los piropos escondidos que ninguno se atreve a verbalizar, ambas personas visualizamos en segundos un futuro con la otra. El mundo se detiene, y automáticamente mi tarea de mayor importancia es sonreir bien, caminar bien, preguntarme: ¿Qué estará pensando? Rápidamente preocuparme: "¿Vendrá a hablarme?". Seguido el pensamiento, comienzan las mariposas, y recuerde, todo lo descrito pasa con la misma velocidad de la luz, y justo cuando la distancia entre los cuerpos llega a su máxima cercanía posible, mis instintos toman lugar, y todos los modales que se enseñan de pequeño sirven para dejarle a esa persona lo que quizás sea su único recuerdo de mi, una sonrisa.
Aria