jueves, 29 de enero de 2015

Dos

Si los sentidos están limitados a la caducidad de nuestro cuerpo, amar es retar los paradigmas de ellos (a tu epítome)

Sentirte y fundirnos hasta ser uno. Palpar todo lo que eres, que nuestros cuerpos no sean reconocibles por su cuenta.

Olerte hasta reconocer sin más quién eres, saber a perfección todo lo que te hace ser.

Saborearte: Que mis gustos se concluyan en tí. Que me permitas disfrutar del néctar de tu boca, que al son de besos baile un vals sobre tu cuerpo.

Verte, hasta que no ueda verte más. Mirarte aunque no estés.

Escucharte, sólo escuchar. Retar el tiempo y hacer nuestra la infinidad de dos. Aquella que se vuelve perenne cuando pronuncies el último "Te amo".

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